Desde la Mancha para el mundo, edición Querote 2018
Es la pulsera oficial de la Semana Universitaria y Cervantina “Alfonso Ruiz Castellanos”
La pulsera Qvixote Capricho de Dulcinea es una joya única en forma de pulsera indistintamente para hombre y mujer, fabricada en plata de ley 925% por la empresa Mompó Joyero de Albacete.
Consta de diferentes abalorios engarzados, todos con un motivo común: el Quijote, que ha sido diseñada y realizada para conmemorar la edición 2018 del festival Querote, en la Semana Universitaria y Cervantina “Alfonso Ruiz Castellanos” de Quero (Toledo).
La idea original de Víctor Raúl López Ruiz (director de la Semana Cultural y autor de los textos que acompañan la joya) junto con Nacho Mompó (de quien son bocetos) ha tomado cuerpo y ha pasado de la imaginación de los autores a la más perfecta realidad, gracias al buen hacer y experiencia de una de las joyerías albaceteñas con más solera y tradición.
Pretende ser un icono identificativo de nuestra tierra la Mancha, para todo el mundo y será adoptada por la UCLM (Universidad de Castilla-La Mancha) como regalo institucional.
Son cuatro los abalorios –tallados por ambas caras- que la componen, siendo un total de siete los dibujos con motivos quijotescos que la adornan:
El Qvixote. Gran y valeroso de honor, amante sin mesura ni cordura y caballero de intrépido corazón. Frisaba la edad de nuestro hidalgo los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza.
Dulcinea del Toboso. En el Toboso, lugar cerca del suyo, vivió como labradora su primer y quizá único amor sin saberlo, por quien se enfrentó a caballeros, leones, encantadores, soportó burlas y tuvo ocasión de reconocerla en la cueva de Montesinos con el susurro del Guadiana. ¡Todo el mundo se tenga si todo el mundo no confiesa que no hay en el mundo todo doncella más hermosa que la emperatriz de la Mancha, la sin par Dulcinea del Toboso!
Sancho Panza y Rucio. Labrador pobre, al tiempo escudero fiel que por una ínsula sufrió manteos y mofas, ofreciendo la mirada real a los entuertos de su caballero y miles de refranes a lomos de su jumento. Pocas veces vio a Sancho Panza sin ver a Rucio, ni al Rucio sin ver a Sancho, tal era la amistad y buena fe que entre los dos se guardaban.
La Bacía. Don Quijote de la Mancha cree haber encontrado el “Yelmo de Mambrino”, regalo precioso para su amada Dulcinea. Sancho está convencido que lo que brillaba era la bacía de un barbero. Para don Quijote la bacía es yelmo de oro puro que hacía invulnerable a su portador, propiedad original del legendario rey moro Mambrino.
El Molino de Viento. Monumento único de la Mancha por ser valedor de toda la locura del andante caballero, al querer enfrentarlos como gigantes en su primera aventura con su escudero, impidiéndolo su enemigo el sabio Frestón por quitarle la gloria. “Embistió con el primer molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo”.
Don Qvixote y Rocinante. Caballero andante, no faltole su montura para seguro fortalecer aquel apodo de la triste figura, pues al cansancio y falta de muelas se le añade rocín con más cuartos que un real comparable al del mismo Cid. Así pedía Quijano que se recordase sus aventuras al inicio de ellas: “Oh tu sabio encantador, quien quiera que seas, a quien ha de tocar el ser cronista desta peregrina historia ¡Ruegote que no te olvides de mi buen Rocinante compañero eterno mío en todos mis caminos y carreras!”.
La Obra Maestra. El lugar de la Mancha. La gran novela comienza con una sentencia sobre el lugar del hidalgo para el que se da la comarca de la Mancha gracia a la que cualquier manchego es al tiempo cervantino, componiendo su nobleza tanto el valor y sueños del andante como la bondad y servicio fiel de su escudero. “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”, a lo que se añade al fin del relato: “Este fin tuvo el Ingenioso Hidalgo de la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenerle por suyo”.
La pulsera se encuentra a la venta en el Congreso Cervantino “Para ser hay que creer” de Quero, a partir del viernes 27 de abril. Y también a través de internet en la web de la joyería mompojoyero.com
Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan