Demasiados condicionales y ninguna certeza sobre los restos de Cervantes

Cervantes Alcazar 4

 

Según los datos históricos y los registros consultados (libro de enterramientos de la iglesia parroquial de San Sebastián) Miguel de Cervantes fue enterrado en la pequeña iglesia inicial del convento de San Ildefonso de las Trinitarias Descalzas de Madrid y posteriormente trasladado a la nueva una vez que hubieron transcurrido unos cien años y en todo caso antes del decenio de 1730 que fue cuando concluyeron las obras de ampliación de la iglesia conventual actual.

Como tampoco está documentado ningún traslado posterior de resto mortal alguno, ya teníamos claro que Miguel de Cervantes se encontraba enterrado ahí, aunque desconociésemos el lugar exacto de su tumba.

Tomado del libro de difuntos de la iglesia parroquial de San Sebastián
Tomado del libro de difuntos de la iglesia parroquial de San Sebastián

 

Una vez leído en informe oficial sobre la búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes y sabedor de las dificultades que el equipo multidisciplinar ha encontrado para su localización, es el momento en que manifiesto mi opinión al respecto: demasiados condicionales y ninguna certeza sobre sus restos.

Demasiados condicionales pospretéritos del verbo “poder” aparecen en el informe y ninguna certeza o afirmación rotunda (como por otra parte cabría suponer) en un informe científico elaborado por reputados profesionales considerados entre los mejores de España y mundialmente conocidos y valorados.

En relación con las vestimentas encontradas, en el estudio de indumentarias realizado por Elvira González y Lucinda Llorente (Museo Nacional del Traje de Madrid) se dice:

“Alejado del extremo lujo de la indumentaria litúrgica de este momento, nos encontramos unas prendas muy sencillas que también existían en este período. La simplicidad del tejido y del encaje, junto con su disposición en las prendas podrían encuadrar a estos restos dentro del período del siglo XVII”.

Entre los objetos hallados hay también una moneda de 16 maravedíes que ha sido datada sobre el año 1660. Sobre ella leemos en el Informe sobre la Moneda de la reducción 4.2/32 firmado por Alberto Canto García (Universidad Autónoma de Madrid) lo siguiente:

“Independientemente de la ceca a la que pueda pertenecer, las fechas son muy similares para todas ellas porque esta moneda sólo proporciona una cronología aproximada para los primeros años de la década de 1660.”

Respecto de la enfermedad que causó la muerte de Cervantes, Julio Montes-Santiago (Complejo Hospitalario Universitario de Vigo) manifiesta en el informe médico:

“En conclusión, siguen persistiendo numerosas lagunas sobre las causas definitivas de la enfermedad mortal de Cervantes. A las hipótesis diagnósticas emitidas de diabetes mellitus, cirrosis hepática o insuficiencia cardiaca, quizá debería añadirse la hipótesis de una uremia terminal con desarrollo de un síndrome nefrótico y anasarca como causa de su muerte”.

Y finalmente, de entre los restos óseos sacados a la luz, una mandíbula y varias esquirlas de huesos, podrían ser de Miguel de Cervantes, lo cual no es improbable pero tampoco podemos determinar con certeza que lo sean, ni tan siquiera cuales de esos restos corresponderían al insigne escritor ya que a todas las mandíbulas les faltan piezas dentales ante mortem -cosa que era normal que ocurriese entonces y aún ahora- a las personas mayores, de en torno a los 69 años, edad a la que los biógrafos sitúan la muerte de Cervantes; por lo que a modo de conclusión general que engloba al resto de las aportaciones de todos los miembros del equipo, en el informe de la excavación, realizado por Almudena García Rubio y Francisco Etxeberria podemos leer:

“En definitiva, a la vista de toda la información generada en el caso de carácter histórico, arqueológico y antropológico, es posible considerar que entre los fragmentos de la reducción localizada en el suelo de la cripta de la actual Iglesia de las Trinitarias se encuentren algunos pertenecientes a Miguel de Cervantes.”

Por lo tanto, ya se ha encontrado el lugar exacto donde reposaban los restos: enterrados en el suelo de la cripta, dentro del sector 4.2 y en el tercer y más profundo nivel, situado en el estrato geológico (debajo no hay más restos), pero ocurre que han sido encontrados formando parte de una reducción, junto con otras 16 personas más, por lo que no se han podido individualizar sus restos.

Estamos como estábamos: don Miguel se encontraba en un lugar indeterminado del convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid y ahí sigue.

Ahora, a mí me surgen unas preguntas: si no se han podido individualizar sus huesos, ¿Cómo se van a venerar los restos que de él quedan?, ¿Quizás eligiendo al azar algunos de ellos para formar parte de un mausoleo?, ¿O quizás situándolos todos juntos para que los restos de sus compañeros de enterramiento no sólo hayan compartido con él cuatrocientos años de descanso sino que también compartan con él la gloria de ser visitados?

Estatua dedicada a Miguel de Cervantes en Alcázar de San Juan
Estatua dedicada a Miguel de Cervantes en Alcázar de San Juan

 

En cualquier caso, eso es secundario, lo más importante comienza ahora: ¿Cómo va a influir el resultado de este hallazgo en la lectura del Quijote y del resto de las obras del manco de Lepanto?, ¿Cómo podemos (nuestra sociedad) hacer que se active el conocimiento de sus obras por la generación actual y por las siguientes generaciones si ni antes de comenzar la búsqueda, ni ahora que se ha dado por finalizada (en su segunda fase), siquiera desde el Ayuntamiento de Madrid que ha sido la entidad más interesada en ello, ni desde institución alguna se ha elaborado un plan cultural para la puesta en valor de la figura y la obra escrita de Cervantes, ni mucho menos para que se fomente la lectura de la misma.

Como bien decía Caballero Bonald en el mismo momento en que se hizo público el hallazgo: «Hay que hacerle justicia a Cervantes, no a sus restos.”

En cambio en la Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote, a la cual pertenezco, ya en el primer momento de su creación tuvimos meridianamente claro el objetivo primordial de la asociación: fomentar la lectura y divulgar el conocimiento de toda la obra de Cervantes. Nuestras actividades y fines sociales no se encaminan a otro lugar que no sea la consecución de este objetivo.

 

Constantino López Sánchez-T.

Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote

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MIGUEL DE CERVANTES QUE EN PAZ DESCANSES, ¡YA!

“En 23 de abril de 1616 años murió Miguel de Cervantes Saavedra, casado con doña Catalina de Salazar, calle del León. Recibió los Santos Sacramentos de mano del licenciado Francisco López. Mandóse enterrar en las Monjas Trinitarias. Mandó dos misas del alma y lo demás a voluntad de su mujer, que es testamentaria y el licenciado Francisco Martínez, que vive allí”. (Libro 4º de Difuntos, años 1609 a 1620, iglesia parroquial de San Sebastián)

Con Cervantes, España estaba en deuda. A punto de cumplirse cuatro siglos de su muerte se ha hecho lo que se tenía que hacer, buscar los restos del autor del Quijote en el convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, donde fue enterrado en 1616.

Y quizás este ha sido el mejor momento para hacerlo, pues ahora se cuenta con medios técnicos que hace unas décadas ni se podrían imaginar y con la dirección del antropólogo forense y profesor Francisco Etxeberría.

Y este pasado martes, 17 de marzo, hemos conocido el resultado del proyecto de localización de los restos de Cervantes, que no ha sido lo que muchos estábamos esperando, pues lo que se ha contrastado es, según detalló en rueda de prensa el profesor Etxeberría:

 “Fragmentos de huesos y esquirlas muy difíciles de identificar… Una vez que íbamos avanzando, en un punto concreto del suelo apareció esta bolsada de huesos… Cuando hicimos el análisis antropológico resulta que los perfiles en cuanto a distribución de sexo y edad coincidían mucho con lo que fue un traslado que se hizo de la iglesia primitiva a la actual…Nosotros podemos reducir la bolsada a un total de seis varones…Tenemos unas mandíbulas que pueden ser de Cervantes perfectamente, porque les faltan los dientes en vida, que es lo que nosotros estábamos buscando: un individuo que teniendo 70 años tuviera seis dientes o menos y tuviera unas lesiones en el brazo”.

En la misma línea podemos leer en el informe final oficial de este proyecto, en sus conclusiones:

“… 4 cráneos que son de sexo masculino y algunos indicadores que sugieren la presencia de individuos de edad avanzada, que podrían ser compatibles con la identidad de Miguel de Cervantes”.

dp 1Así de claro fue el profesor Etxeberría.  No tenemos el esqueleto de Cervantes y nunca lo podremos tener. Y como he dicho antes, quizás este era el momento, pues de haberse hecho este trabajo en otra época o con otro director de proyecto, quizás habría aparecido “un esqueleto” completo que reuniese todas las variables buscadas.

Atrás quedaron las grandes ilusiones, cuando en enero apareció en un nicho unas tablas de ataúd con las iniciales MC, aunque también podrían ser una MG.

dp 2¿Qué se puede hacer ahora? Mi opinión es la de dejar a Cervantes descansar en paz en compañía de los restos de su mujer Catalina y los demás 15 cuerpos que han estado juntos casi tres siglos, desde que se reunieron en un traslado de restos por la ampliación del convento. Sabíamos que estaban entre sus muros y ahora sabemos el lugar exacto.

Un nuevo proyecto para tratar de aislar sus restos de los demás, a través de miles de pruebas de ADN con muy pocas probabilidades de resultado positivo, según los propios expertos, y con un gasto extraordinario, creo que ni es necesario ni está ya justificado.

Si a alguien, político de turno, se le está pasando por la cabeza seguir con este proyecto, con sus altos costes públicos, más le valdría pensar en “rescatar” del olvido la obra cumbre de Cervantes, de la literatura española y mundial: el Quijote. Y leerla primero, pues si preguntásemos en los parlamentos autonómicos o nacional, ¿quién se ha leído elQuijote?, nos encontraríamos seguramente con una sorpresa.

Porque a este olvido lo ha llevado la política de educación de estos últimos gobiernos en España. Ahora se mirarán unos a otros de quién ha sido la culpa, cuando ha sido de todos. Pues si nadie es realmente su inquisidor, que lo guardó en el “cajón del olvido”, nadie tampoco lo ha defendido, ni siquiera en Castilla-La Mancha.

Leer el Quijote, este debería ser el siguiente gran proyecto cervantino. Volver a llevar esta lectura a los colegios, institutos y a la universidad, en cada etapa educativa con su adaptación correspondiente, especialmente en los colegios, y con la formación adecuada del profesorado en esta gran novela y gran obra de humanidades, tan actual y universal.

Empezaba el artículo con que el resultado del proyecto no ha sido lo que muchos estábamos esperando, también en Alcázar de San Juan. Desde que apareció en el siglo XVIII, en su iglesia parroquial de Santa María, la partida de bautismo de un niño al que le pusieron de nombre Miguel y su padre se llamaba Blas de Cervantes Saavedra y su madre Catalina López, siempre se ha creído, especialmente por sus vecinos, que el autor delQuijote era de esta ciudad.

Al estar fechado este bautismo en 1558, la diferencia de edad con el Cervantes “oficial”, de Alcalá de Henares, once años, quizás diese luz finalmente a esta disputa. Se buscaba en el convento de las Trinitarias un varón de unos setenta años (Alcalá de Henares 1547 – Madrid 1616), y se tenía la esperanza de que el esqueleto que se encontraría, con una mano atrofiada, daños en el esternón por esquirlas de arcabuz, o unas mandíbulas con solo seis dientes se pudiese datar con casi sesenta años (Alcázar de San Juan 1558 – Madrid 1616).

Pero solo tenemos unos Fragmentos de huesos y esquirlas muy difíciles de identificar…”, por lo que todo sigue igual, y así seguirá, de momento.

Su edad siendo alumno de López de Hoyos y con la que comenzó a escribir versos, su servicio en Roma a las órdenes de un cardenal cuando la justicia española de Felipe II le perseguía, su edad y presencia en la batalla de Lepanto, que coincide con la edad del muchacho que se va a la guerra con doce años, descrito en el capítulo LI de la primera parte del Quijote, o la edad que él mismo dice tener en el prólogo de sus Novelas Ejemplares (1613), cincuenta y cinco años, no hacen sino poner más dudas a la biografía oficial del escritor. ¿No estaremos con datos de dos Miguel de Cervantes distintos?

                       Luis Miguel Román Alhambra  

Alcázar de San Juan, lugar de don Quijote: http://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/

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MOTA DEL CUERVO NO ES, NI PUEDE SER, EL LUGAR DE DON QUIJOTE (IV)

 

Después de comprobar que:

  1. El espacio geográfico conocido como el Común de la Mancha, no es específicamente la patria de don Quijote, la Mancha, sino una parte de ella.
  2. Que Mota del Cuervo llegó a pertenecer al distrito de la Mancha conocido desde antiguo como Campo de Montiel, y que por esta última evidencia ya sería descartable totalmente como posible lugar de don Quijote.

No queda ya sino considerar las variables que Cervantes nos deja en el Quijote para analizar sus tres salidas de su pueblo y con todas ellas, sin olvidarnos de ninguna, llegaremos nuevamente a la conclusión de que Mota del Cuervo no es el lugar de don Quijote:

  1. Don Quijote sale de su pueblo en las dos primeras salidas por el mismo camino y dirección.
  2. En este mismo camino se encuentra, de frente, con los mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia, cuando regresaba a casa, después de ser armado caballero en una venta.
  3. Los molinos de Campo de Criptana se encuentran, como mucho, a media jornada de camino al paso de Rocinante.
  4. Desde los molinos de Campo de Criptana se dirigen a Puerto Lápice, lugar que lo divisan por el sur y así ser posible el encuentro con la comitiva de frailes y vizcaínos que iban a Sevilla.
  5. En su tercera salida, don Quijote, sale camino a El Toboso, lugar que se encuentra a una jornada del suyo al paso de Rocinate.

Primera salida de don Quijote, desde Mota del Cuervo, según José Manuel González:

“Si seguimos la obra de El Quijote y analizamos lo concerniente a su primera salida, que hace él solo muy de mañana, el autor sugiere que en dirección a Puerto Lápice, o hacia los molinos de viento.

“Autores hay que dicen que la primera aventura que le avino fue la del Puerto Lápice; otros dicen que la de los molinos de viento”.

Si aceptamos como premisa que el lugar de partida es Mota del Cuervo, tanto da un camino como el otro, porque desde allí ambos caminos son coincidentes”

Desde luego que la intención de José Manuel González no parece muy clara al no seguir con la cita del Quijote. Esta realmente dice:

“Autores hay que dicen que la primera aventura que le avino fue la del puerto Lápice, otros dicen que la de los molinos de viento. Pero lo que yo he podido averiguar en este caso, y lo que he hallado escrito en los anales de la Mancha, es, que él anduvo todo aquel día, y al anochecer, su rocín y él, se hallaron cansados, y muertos de hambre: y que mirando a todas partes, por ver si descubriría algún castillo, o alguna majada de pastores donde recogerse, y adonde pudiese remediar su mucha hambre, y necesidad: vio no lejos del camino por donde iba una venta… (IP, Cap II)”. 

La primera aventura de don Quijote es hacia una venta, no ocurriéndole nada hasta que llegó a ella. Que el camino que lleva a la venta pasa por Campo de Criptana, es evidente, pero que ese camino lleva a Puerto Lápice es una interpretación muy interesada del texto, porque como veremos un poco más tarde José Manuel González se “olvida” de la dirección que tiene que llevar don Quijote en ese camino saliendo de su pueblo, que es en la misma que llevarían los mercaderes toledanos que iban a Murcia, esto es de Oeste a Este.

Pero sigamos leyendo, para ver poco después donde sitúa José Manuel González la venta:

“En mi opinión, si don Quijote salió desde Mota del Cuervo, en dirección a Puerto Lápice y en su camino se encontró la venta donde fue armado caballero; esa venta debería estar cerca de este camino y antes de llegar a los molinos de Campo de Criptana. Quizás en este paraje de Castilla, aunque lógicamente no en esta construcción -pero quizá sí en otra anterior-, junto a ese gran pozo que hay en ese paraje de Castilla”

Venta

Este es el punto donde sitúa la venta José Manuel González y el camino que según él siguió don Quijote en su primera salida.

Es algo inexplicable marcar una venta en un paraje, donde hay una edificación antigua construida posteriormente  a la escritura del Quijote, como él mismo reconoce, en una zona donde no existió en tiempos de Cervantes ninguna venta.

Para comprobar esto solo tenemos que leer las Relaciones de  Campo de Criptana enviadas en 1575, puesto que este punto pertenece a su término municipal, y como no contestan tener en su término venta alguna.

Cerca de El Toboso, las únicas ventas que se conocen que existiesen en tiempos de Cervantes eran las ventas de Puerto Lápice, Las Motillas (entre Alcázar de San Juan y Manzanares), Montealegre (cerca de Lillo) y la de Manjavacas (Mota del Cuervo). A una de estas ventas se dirigió don Quijote, pero no a una inexistente, a conveniencia de José Manuel González.

A la venta llega don Quijote después de una larga jornada de camino. El paso de Rocinante era justo la mitad que el de un caballo normal (leerse, entre otras citas sobre su condición como caballo que hace Cervantes, el combate en las playas de Barcelona con el caballero de la Blanca Luna), una media legua a la hora, unos 3 kilómetros. En una larga jornada de verano como describre Cervantes, entre 10 a 12 horas de camino, llegó a recorrer hasta llegar a la venta desde su pueblo alrededor de 30 a 35 km, pues Cervantes nos narra como salió al amanecer y llegó a la venta al anochecer, cansado y hambriento.

Si hacemos el camino que nos indica José Manuel González, desde Mota del Cuervo a esa venta inexistente, solo recorreremos unos 18 km, la mitad de lo que Cervantes nos dice.

Después de armarse caballero en la venta, don Quijote toma la decisión de volver por el mismo camino a casa. Sale de ella al amanecer y después de socorrer a Andrés, en un encinar muy cercano a la venta, continúa su camino a casa y “en esto llegó a un camino que en cuatro se dividía. Y luego se le avino a la imaginación las encrucejadas donde los caballeros andantes se ponían a pensar cual camino de aquellos tomarían: y por imitarlos estuvo quedo, y al cabo de haberlo muy bien pensado, soltó la rienda a Rocinante, dejando a la voluntad del rocín la suya, el cual siguió su primer intento, que fue el irse camino de su caballeriza.

Y habiendo andado como dos millas, descubrió don Quijote un gran tropel de gente, que, como después se supo, eran unos mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia …” (IP, Cap IV)

 venta2En este plano está representado el camino de vuelta a Mota del Cuervo desde la venta inexistente en rojo, propuesto por José Manuel González, y en trazos azules el camino de Toledo a Murcia, que en esta parte de la Mancha se unían las dos variantes, como se aprecia en el plano publicado en Mi vecino Alonso (2010)

caminosEs evidente que el camino de vuelta a casa no coincide con este pasaje de la obra. El autor de Lo que Cervantes calló, intenta pasar de puntillas ante este relato de Cervantes. AquíCervantes no “calló” nada, todo lo contrario, nos pone a don Quijote sobre un camino, el camino de Toledo a Murcia, en el que se encuentra de frente con unos mercaderes toledanos que iban a Murcia. 

En la nota al pie de su plano indica:

“En algún lugar cercano al Paraje de Castilla se debía encontrar la venta, y a su regreso hacia su aldea (punteado en rojo) vemos que se encuentra el Encinar de Haldudo (topónimo que aún se conserva), donde tendría lugar el episodio de Juan Haldudo y su criado Andrés.

Después se encontraría con los mercaderes toledanos. En el camino de la Seda o de los Pimenteros, de Toledo a Murcia (punteado en azul), donde don Quijote sería apaleado,…” 

Como podemos ver, en ningún momento, siguiendo el camino a Mota del Cuervo, es posible que se pueda encontrar don Quijote de frente con los mercaderes de Toledo después de andar como unas dos millas desde un cruce de caminos. Ni existió la venta donde quiere, ni son posibles las distancias recorridas, y tampoco coincide la descripción que hace Cervantes del encuentro con los mercaderes siguiendo este camino y dirección de vuelta a casa de don Quijote al lugar propuesto por el autor de Lo que Cervantes calló.

Segunda salida de don Quijote, desde Mota del Cuervo, según José Manuel González.

Sería suficiente con el análisis anterior para dar por terminada esta crítica a la hipótesis de José Manuel González, pero para que no quede alguna duda, cuando afirmo que Mota del Cuervo no es, ni puede ser, el lugar de don Quijote, analizaremos la propuesta que nos hace sobre la segunda salida del hidalgo manchego:

“Así, si aceptamos que el lugar de salida pudiera ser la aldea de “el Cuervo” (hoy Mota del Cuervo), vemos que Cervantes dirige sus personajes por un itinerario muy conocido, que describe perfectamente Juan de Villuga, en su Repertorio de Caminos (1547), que transcurre por Mota del Cuervo, va directo al pueblo de “El Campo” (hoy Campo de Criptana) y Alcázar de San Juan, para tomar la dirección de Puerto Lápice; un lugar muy pasajero puesto que era atravesado de norte a sur por el camino hacia Sevilla. Desde Puerto Lápice tomán el camino recto hasta Sierra Morena para ir a salir a El Viso o a Almodóvar del Campo.

En ese camino se cumple lo que indica Cervantes, respecto a que, al salir tan de mañana, no les herían los rayos del sol, puesto que les daban de soslayo, al marchar en dirección suroeste, por lo que viajaban con menos “pesadumbre”. Es cuando se topan con los 30 o 40 molinos de viento -que solo pueden ser los de Campo de Criptana, ya que en ningún otro lugar ha habido tantos-. De ahí arriban a Puerto Lápice y se adentran en Sierra Morena, con intención de salir a Almodóvar del Campo” 

Cervantes hace partir a don Quijote, en las dos primeras salidas de su pueblo, por el mismo camino y dirección, el mismo camino y dirección que llevaban los mercaderes, de Toledo a Murcia, de Oeste a Este. Como vemos José Manuel González no tiene en cuenta esto y hace salir a don Quijote en dirección opuesta, pero además en esta segunda salida por otro camino distinto al anterior descrito, por “un itinerario muy conocido, que describe perfectamente Juan de Villuga, en su Repertorio de Caminos (1547), que transcurre por Mota del Cuervo, va directo al pueblo de “El Campo” (hoy Campo de Criptana) y Alcázar de San Juan, para tomar la dirección de Puerto Lápice;…”.

plapiceEn rojo el camino marcado por él mismo para llegar a su venta imaginada, solo por él. Y en azul vemos el camino que ahora nos propone para la segunda salida de don Quijote, que coincide con el camino marcado por Juan de Villuga, de Cuenca a Alcazar, como él mismo indica, entre Mota del Cuervo, Campo de Criptana y Alcázar de San Juan.

Además de estas contradicciones, expuestas por él mismo, tampoco las distancias recorridas por cualquiera de estos dos caminos coincide son lo narrado por Cervantes.

Don Quijote, después de convencer a Sancho para que se haga su escudero, deciden salir de su pueblo a media noche, aprovechando que todos sus vecinos dormían y así no ser vistos. En la época que esto ocurre, en el mes de Agosto, en la Mancha era costumbre salir a las puertas de las casas a “tomar el fresco”, y así aliviarse del calor del inicio de la noche. Tenemos a don Quijote y Sancho saliendo de su pueblo, a escondidas, en mitad de la noche y al amanecer se encuentran a los pies de los cerros de Campo de Criptana, descubriendo sus molinos contra los que combatirá don Quijote creyendo que eran gigantes. En esas noches cortas de verano, se puede estimar como mucho, para así tener el mayor margen de tolerancia en las medidas, que nuestros vecinos caminaron media jornada, cuatro horas de nuestro Rocinante, que a su paso obtenemos una distancia de 12 kilómetros.

La distancia que separa Mota del Cuervo, por el camino más corto y en línea recta, es de 24 kilómetros, justo el doble de lo estimado en llegar a los pies de los molinos por Cervantes. Nuevamente las distancias recorridas por don Quijote, en los caminos propuestos por José Manuel González no coinciden, por mucho, con lo escrito en el Quijote. 

Termina los argumentos de esta parte de la segunda salida de don Quijote así:

“También vemos, con bastante coherencia, que en este camino, se encuentren con yangüeses, con el Vizcaíno, con los mercaderes toledanos, puesto que atraviesan el camino el Camino de la Seda o de los Pimenteros de Toledo a Murcia…”

Realmente en este nuevo camino planteado ahora (camino en azul), no se encuentra con los yangüeses, esto ocurre mucho más adelante en la obra, no es posible que se encuentre con los mercaderes toledanos si volviese por él a Mota del Cuervo (en contra de lo escrito por Cervantes), pero tampoco es posible que se encuentre en ese camino llegando a Puerto Lápice con “el Vizcaíno”, camino marcado en verde en el plano anterior.

Después de ser derrotado por uno de los molinos de Campo de Criptana, don Quijote decide seguir camino hacia Puerto Lápice. Pasan todo el día caminando, la noche entre unos árboles, y al día siguiente “tornaron a su comenzado camino del puerto Lápice, y a obra de las tres del día le descubrieron”. Pero no habían llegado aún a Puerto Lápice, cuando se encuentran de frente, con una comitiva compuesta por unos frailes de la orden de San Benito y un coche de caballos con una señora vizcaína que en compañía de sus sirvientes iban todos a Sevilla. Por lo tanto esta comitiva marchaba del Norte al Sur de España y para encontrase don Quijote con ellos de frente, esto solo podía ocurrir a unos kilómetros al Sur de Puerto Lápice, y nunca en el camino de Campo de Criptana-Alcázar de San Juan-Herencia-Puerto Lápice, que sugiere. Por lo tanto no se cumple, de nuevo, nada de lo expuesto por José Manuel González.

Tercera salida de don Quijote, desde Mota del Cuervo, según José Manuel González.

Así comienza la justificación de su hipótesis:

“En esta nueva salida tomamos en consideración que Cervantes hace discurrir a sus personajes, primero por el camino de El Toboso, para obtener la bendición de su Dulcinea; y luego rumbo a Barcelona. Lógicamente les hace ir por los caminos de la época, como los de Juan de Villuga, que podemos ver reproducidos en los siguientes mapas, en versión satelital.

Curiosamente vemos que para esta tercera salida, nuestros protagonistas toman el mismo camino que en las dos salidas anteriores, solo que esta vez, en dirección opuesta a las que siguieron. Ahora se dirigen a Barcelona, tomando el mismo camino que Juan de Villuga en su Repertorio de Caminos de 1546, señalado con el número 120; pero como decimos, en dirección opuesta a Campo de Criptana”

Según Cervantes, don Quijote y Sancho Panza, salen esta vez de su pueblo, no por el camino anterior, de Toledo a Murcia, sino “que desde agora en el camino del Toboso comienzan…”. Salen al anochecer y después de que se volviese a su pueblo Sansón Carrasco, que los había acompañado una media legua, siguieron ya solos hasta que“la noche se nos va entrando a más andar, y con mas escuridad, de la que habíamos menester, para alcanzar a ver con el día al Toboso…”. Nos cuenta el narrador que nada les pasó aquella noche ni en el día siguiente, llegando al anochecer a El Toboso. Don Quijote y Sancho, buenos conocedores de ese camino esperaban tardar en llegar una noche, si esta no hubiese sido tan oscura, por lo que debieron parar y pasar la noche, siendo al día siguiente, ya de día cuando completaron su camino.

Como siempre al paso de Rocinante, una jornada de ese mes, Abril, tendría unas ocho a diez horas de camino, entre 24 a 30 kilómetros de separación entre el lugar de don Quijote y El Toboso.

distanciaComo vemos en este plano, la distancia que separa Mota del Cuervo con El Toboso, es de unos 11 kilómetros en línea recta. El camino que separa ambos lugares es muy recto por lo que la distancia que los separa son unos 12 kilómetros, unas dos leguas de camino de le época. Tampoco coincide esta distancia, tan conocida por el propio don Quijote, entre el lugar de Dulcinea y el lugar propuesto en Lo que Cervantes calló, Mota del Cuervo.

Y el resto de esta tercera salida propuesta por este autor no es comprensible, pues Cervantes hace ir a don Quijote y a Sancho hacia la cueva de Montesinos desde El Toboso, para después dirigirse desde allí  hacia Zaragoza, aunque sin llegar a ella continúan a Barcelona. Y José Manuel González, los dirige directamente hacia Barcelona desde Mota del Cuervo, por el camino de Cuenca a Alcázar, del Reportorio de Villuga. Desde luego que en la edición príncipe, y en otras muchas posteriores, esto no ocurre así. No conozco en qué edición ha leído esto así José Manuel González, pero debe ser en una muy resumida.

Estamos delante de un trabajo, Lo que Cervantes calló, en el que José Manuel González se obstina, él y no la geografía ni el Quijote como reitera una y otra vez, en identificar a Mota del Cuervo como el lugar de don Quijote, cuando no puede serlo, según lo escrito por Cervantes en el Quijote.

Mota del Cuervo es un lugar de la Mancha, de la patria de don Quijote, que se encuentra en el entorno definido literalmente por Cervantes: entre Tembleque, El Toboso, Quintanar y Puerto Lápice, y por donde el camino de Toledo a Murcia lo cruza de Oeste a Este.  Y es, desde que se publicó en Mi vecino Alonso (2010), el lugar donde en su término municipal se encontraba una venta en la que fue armado caballero don Quijote, y así ya es considerada desde entonces en el mapa cervantino, corroborando esto, cuatro años después en 2014, con el hallazgo de los restos de la venta junto al camino de Toledo a Murcia, por la arqueóloga Isabel Sánchez y el historiador Javier Escudero.

Una gran parte de Lo que Cervantes calló es una crítica a otros lugares que tienen sus propias hipótesis como lugar de don Quijote. Sin entrar en valoración personal de lo que pienso sobre que esto se haga en una obra en la que se pretende fundamentar una hipótesis propia, voy a aclarar brevemente algunas dudas que José Manuel González tiene sobre la hipótesis de que Alcázar de San Juan es el lugar de don Quijote, tal y como yo mantengo en Mi vecino Alonso (2010) y en La venta cervantina de Sierra Morena y el Lugar de don Quijote (2012).

Así explica, una de sus dudas sobre mi hipótesis:

“No obstante, hay varias objeciones a la teoría de que Alcázar fuera el lugar de la Mancha del que Cervantes no quiso acordarse. La principal es que no explica convenientemente la segunda salida del Quijote de su lugar cuando, por la noche, se dirigen a Puerto Lápice y antes se topan con los molinos de Campo de Criptana…

Si como este autor alcazareño asegura, don Quijote sale desde Alcázar de San Juan, en dirección a Puerto Lápice, para encontrarse primero con los molinos de Campo de Criptana, este trazado resulta algo incongruente desde una perspectiva topográfica, ya que ambos lugares (Puerto Lápice y Campo de Criptana), se encuentran en direcciones opuestas saliendo desde Alcázar, …

Según esta teoría, el hidalgo y su escudero primero van a Campo de Criptana, luego vuelven sobre su propio camino pasando de nuevo por Alcázar de San Juan, para a continuación dirigirse a Puerto Lápice”

Bueno, igual que no se qué edición del Quijote se ha leído José Manuel González, no se donde ha leído en mis trabajos que “como este autor alcazareño asegura, don Quijote sale desde Alcázar de San Juan, en dirección a Puerto Lápice, para encontrarse primero con los molinos de Campo de Criptana,… Entiendo que es una forma de predisponer a sus lectores contra una hipótesis, a favor de la suya, pero me parece no muy ético faltar a la verdad, tergiversando lo que en Mi vecino Alonso  está escrito.

Igual que Cervantes, que en ningún momento dirige a don Quijote saliendo de su pueblo hacia Puerto Lápice, esto solo ocurre cuando don Quijote es derribado por las aspas de uno de los molinos de Campo de Criptana, yo, como fiel lector de su obra, tampoco puedo dirigirlo hacia allí en mi hipótesis.

En la segunda salida de su casa, don Quijote sale por el mismo camino y dirección que la primera, esto es así en cualquiera de las ediciones completas impresas del Quijote, hasta ahora. Y en la primera salida, según todos mis trabajos, mi famoso vecino Alonso sale de Alcázar de San Juan para llegar después de una larga jornada a la venta de Manjavacas (Mota del Cuervo).

Sale las dos primeras veces de su pueblo, Alcázar de San Juan, un lugar que no está en el antiguo Campo de Montiel, y tiene que “acertar”, en su elección, para al muy poco de salir estar ya en él, tal y como nos lo narra Cervantes. Los límites de Alcázar de San Juan con Campo de Criptana, ya en el antiguo Campo de Montiel, se encuentran a una media legua de camino, a una hora de camino de Rocinante. Y lo hace por el camino de Toledo a Murcia, el mismo que cuando regresa a casa en su primera salida se encuentra de frente con los mercaderes de toledanos que iban a Murcia. Por lo tanto, las dos salidas de don Quijote las hace saliendo de Alcázar de San Juan hacia el Este por el antiguo camino de Toledo a Murcia, siendo falsa la observación a mi trabajo que hace José Manuel González en Lo que Cervantes calló.

Como todos sabemos, o eso creía yo, don Quijote nunca llega a Puerto Lápice.Desde los pies del molino de viento de Campo de Criptana se dirigen a Puerto Lápice y lo “descubren” al día siguiente, sobre las tres de la tarde, y siguiendo en sus pláticas se encuentran de frente con los frailes de San Benito y el coche con una señora vizcaína que iban a Sevilla.

VIZCAINOSEn este plano se muestra el camino que llevan don Quijote y Sancho Panza desde su lugar, Alcázar de San Juan, en su segunda salida. Solo hay que leer el Quijote para entender por donde van mis vecinos. Cervantes, que conoce perfectamente estos lugares y caminos, no puede hacer pasar nuevamente a don Quijote y Sancho Panza por su pueblo, cuando ya de día estarían sus familias alborotadas en su busca, siendo este el camino más corto y  lógico, si Alcázar de San Juan no fuese el lugar de don Quijote: Cerros de Campo de Criptana, Alcázar de San Juan, Herencia y llegar a Puerto Lápice. Pero de esta manera no habría descrito Cervantes el encuentro con los vizcaínos como lo hizo. Una prueba  más de que “Alcázar es el Lugar de don Quijote”.

Parece que “este trazado algo incongruente” para José Manuel González es ahora una evidencia, solo leyendo e intentando seguir los caminos y escenarios descritos por Cervantes.

Pero todo esto que he expuesto es una pequeña parte de otro trabajo que pronto se publicará con más detalle. Y con planos realizados por mi “a mano alzada” que tanto también le preocupan a José Manuel González. Es mi forma de entender mis trabajos e intentar que sean lo más claros posibles. No son bocetos sin precisión, son planos técnicos fieles en escala. Desde luego que no lo recomiendo hacer a personas que no tengan los suficientes conocimientos en topografía y ejecución de planos.

También se extraña de que en mi trabajo Mi vecino Alonso no aparezca Mota del Cuervo en una parte de él:

“Por ejemplo, en la página 160 de su obra, describe detalladamente los lugares tan cercanos a El Toboso y se le olvida de citar a Mota del Cuervo…”

No confunda a sus lectores. Claro que no nombro a Mota del Cuervo como lugares cercanos a El Toboso. Igual que no nombro a La Puebla, Quintanar, Miguel Esteban o Pedro Muñoz. En mi trabajo, tengo en cuenta tardanzas en los desplazamientos de don Quijote, y conociendo la velocidad del paso de Rocinante obtenemos fácilmente sus distancias, de otra manera no sería posible interpretar geográficamente el Quijote. Y le guste a José Manuel González o no, don Quijote estima en llegar desde su pueblo al de Dulcinea, El Toboso, una jornada, de noche o de día, unos 25 a 30 kilómetros. Para obtener el mayor número de pueblos “cercanos” a El Toboso, candidatos a poder ser el lugar de don Quijote, amplio la muestra estableciendo una zona entre 15 a 35 kilómetros de El Toboso. Pero la geografía es “obstinada” y Mota del Cuervo está a unos 12 kilómetros. Este es el motivo por lo que no nombro a Mota del Cuervo en mi trabajo, en esta parte de mi trabajo. Después toma un lugar de mucha importancia al determinar que es allí, en su término municipal, donde en una venta que había en Manjavacas llega don Quijote en su primera jornada de aventuras y es nombrado caballero.

Otro de sus comentarios a mi trabajo es este:

 “Además saliendo por la noche desde Alcázar hacia Campo de Criptana, al amanecer les debía dar de frente el molesto sol saliente (van en dirección levante) y no el sol de soslayo menos molesto que asegura Cervantes que les daba a nuestros protagonistas”

También se puede leer en Mi vecino Alonso, páginas 166-167, que desde Alcázar de San Juan, para ir a Campo de Criptana también había, y hay, un camino que iba a los molinos de viento y a la misma villa. Este camino se bifurcaba del camino de Toledo a Murcia saliendo de Alcázar de San Juan como a media legua, hacia el noreste accediendo más fácilmente a sus molinos de viento. Al amanecer, al darles el sol tan bajo y no de frente totalmente, no les molestaban como en su primera salida a don Quijote, que salió de su casa de día. Todo esto ocurría en verano.

Y para terminar mis respuestas a lo indicado en Lo que Cervantes calló sobre mi hipótesis, muy poco rebatida en estos cinco años y tenida en cuenta por cervantistas de nivel mundial, no puede ser sino sobre esta consideración de José Manuel González:

“Otra objeción a la candidatura de Alcázar de San Juan es que en tiempos de Cervantes, esta población no pertenecía a la Mancha, sino a la Orden de San Juan …

Por esa razón, de haber querido ser más preciso, Cervantes hubiera titulado a su obra como Don Quijote de San Juan…”

Creo que leyendo el Quijote, queda evidenciado el grave error que tiene este autor sobre la Mancha que Cervantes describe y que ya traté anteriormente. Supongo que al leer nuevamente el Quijote, reconozca ese error o que lo discuta con Cervantes sobre que era la Mancha o no para el genial escritor español, cuando pone a la cueva de Montesinos en el“corazón” de la Mancha. Yo desde luego me quedo con lo escrito por don Miguel, con sus errores o contradicciones, pero es el autor.

¡¡Que Alcázar de San Juan no era Mancha en tiempos de Cervates!! Por desgracia algunas relaciones de pueblos enviadas al El Escorial en 1575 se perdieron en sus archivos, una de ellas fue la de Alcázar de San Juan. Pero se conservan algunas de lugares alrededor de Alcázar de San Juan, algunos también pertenecientes al priorazgo de San Juan, en las que sus vecinos se consideraban manchegos, y que transcribo parcialmente:

-Argamasilla de Alba: ”… dijeron que en el reino en que comúnmente se cuenta este pueblo es en el de Toledo en la bailía de Alcázar, que por otra parte en donde este pueblo está asentado se llama la Mancha

Argamasilla

-Campo de Criptana: Está en la Mancha arrimada a la sierra de Criptana…

-Camuñas: “Cae en el reino de Toledo, la Mancha que dicen”

-Herencia: “… responden que esta villa está en el reino de Toledo y está en el priorazgo de San Juan de Castilla y es hospital de todas, y el señor de ella es don Fernando de Toledo, visorey que es al presente de Cataluña, y está en la Mancha”.

-El Toboso: “Está en el reino de Toledo en la Mancha en la provincia de Castilla”

-Tomelloso: “… dijeron que está en el reino de Castilla donde dicen la Mancha

Y deje el título de la obra tal y como lo engendró Cervantes, no confunda con sus comentarios a quienes se acercan a ella a leerla. ¡Don Quijote es de la Mancha!

libro

No por mucho repetir y repetir en distintos medios de comunicación que Mota del Cuervo es el lugar de don Quijote, se tendrá en cuenta esta hipótesis, o quizás sí. Estamos en un tiempo en el que tomando una cita o un pasaje del Quijote, olvidando el resto porque no conviene seguir leyendo, cualquiera publica que este o aquel es el famoso lugar que Cervantes no quiso nombrar.

Lo que Cervantes calló, de José Manuel González Mujeriego, como apuntaría Sansón Carraco ante la crítica que hacía don Quijote a quienes componían libros “como si fueran buñuelos” :

No hay libro tan malo, que no tenga algo bueno”

 

                                            Luis Miguel Román Alhambra

Publicado en Alcázar Lugar de don Quijote: http://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/

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Mota del Cuervo, no es, ni puede ser, el lugar de don Quijote (III)

Relaciones de Felipe II. Contestación nº 3 de Quintanar de la Orden

Que el lugar de Mota del Cuervo está en la Mancha, en la patria de don Quijote en tiempos de Cervantes es evidente. Que además está en el distrito de la Mancha conocido desde antiguo como el Campo de Montiel, José Manuel González aporta datos más que suficientes para poder asegurarlo. La Mancha distribuida después de la Reconquista entre las Ordenes Militares de Calatrava, Santiago y San Juan, tenía como uno de sus distritos al Campo de Montiel. Este espacio administrativo siempre dentro de los límites del territorio gobernado por la Orden de Santiago, llegó a tener su influencia hasta al menos Quintanar de la Orden, como sus propios vecinos en el 1575 reconocían haber pertenecido:

“Como esta dicho esta villa es muy antigua ea sido cabeza de partido muchos años y tienpo a no se alla ni ay memoria del tiempo que a que esta villa siendo esta cabeza de gobernación en tienpos pasados llegaba su partido hasta las sierras de Xaen campo de montiel como sea visto y entendido por escrituras antiguas quel postrero juez que hubo se decía el comendador Horozco”

Cervantes, que conocía esta parte de España, elige el origen de don Quijote y Sancho Panza en un lugar de la Mancha, en una parte de ella que se encuentra muy cerca de los límites de influencia del Campo de Montiel, pero fuera de él. Es un error tratar de buscar al lugar de don Quijote dentro del Campo de Montiel, cuando es el propio Cervantes el que nos lo sitúa fuera de él, aunque tan cerca de sus límites que al muy poco de salir de su casa se encuentre ya en él.

Vamos a leer las tres salidas de su pueblo de don Quijote:

Primera salida: ” … ,que dejando la blanda cama del celoso marido, por las puertas, y balcones del manchego horizonte, a los mortales se mostraba, cuando el famoso caballero don Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su famoso caballo Rocinante, y comenzó a caminar por el antiguo, y conocido campo de Montiel. (y era la verdad que por él caminaba)(Cap. II, 1ª P)

Detalle de la primera edición del Quijote de 1605

Segunda salida: “Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y su bota, y con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido.  Acertó Don Quijote a tomar la misma derrota, y camino, que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, por el cual caminaba con menos pesadumbre que la vez pasada, porque, por ser la hora de la mañana y herirles a soslayo, los rayos del sol no les fatigaban.” (Cap. VII, 1ª P)

Tercera salida: “… y que los lectores de su agradable historia pueden hacer cuenta, que desde este punto comienzan las hazañas, y donaires de don Quijote, y de su escudero: persuádales, que se les olviden las pasadas caballerías del ingenioso hidalgo, y pongan los ojos en las que están por venir, que desde agora en el camino del Toboso comienzan, como las otras comenzaron en los campos de Montiel, …” (Cap VIII, 2ª P).

Leyendo solo la primera salida, parece indudable que don Quijote se encuentra en el Campo de Montiel, cuando sale de su casa. Cervantes incluso entre paréntesis, reafirma este hecho como si pudiese haber alguna duda de donde estaba en ese momento don Quijote.

¡Pero el lugar desde donde sale no está en el Campo de Montiel!, ese distrito o parte de la Mancha. Es en la segunda salida  donde Cervantes nos lo deja meridianamente claro. Escribe: “Acertó Don Quijote a tomar la misma derrota, y camino, que el que él había tomado en su primer viaje, que fue por el campo de Montiel, …”.

 

Detalle de la primera edición del Quijote de 1605

Es evidente que el lugar de don Quijote no se encuentra en el Campo de Montiel, pues de encontrarse en él, saliendo de su pueblo por cualquier camino y dirección estaría siempre en él, no siendo necesario “acertar” en el camino y su dirección para llegar a él. Pero si muy cerca de él, casi en sus límites, para que saliendo desde su lugar, muy pronto se tenga que estar en él. Ahora tiene mucho más sentido la aclaración de Cervantes en la primera salida: “(y era la verdad que por él caminaba)”

Ya en la tercera salida, queda aún más claro esta situación geográfica del lugar de don Quijote, pues al tomar nuestro hidalgo y su escudero otro camino de salida de su pueblo, el camino hacia El Toboso, no entra en el Campo de Montiel como en las dos salidas anteriores: ” persuádales, que se les olviden las pasadas caballerías del ingenioso hidalgo, y pongan los ojos en las que están por venir, que desde agora en el camino del Toboso comienzan, como las otras comenzaron en los campos de Montiel”.

¡Mota del Cuervo, lugar de la Mancha y en el distrito del Campo de Montiel, no puede ser el lugar de don Quijote desde donde sale en busca de sus aventuras, según lo que nos dejó escrito Cervantes en el Quijote!

                                    Luis Miguel Román Alhambra

Publicado en Alcázar de San Juan, lugar de don Quijote: http://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/

MOTA DEL CUERVO NO ES, NI PUEDE SER, EL LUGAR DE DON QUIJOTE (II)

Publicado el de

 

Después de leer LO QUE CERVANTES CALLÓ” de José Manuel González Mujeriego, ya no me cabe duda sobre mi afirmación anterior: “Mota del Cuervo no es, ni puede ser el lugar de don Quijote”.

Y digo “lugar de don Quijote” pues en este trabajo, el autor pretende mezclar dos obras de Cervantes, el Quijote con el  Persiles, con el objetivo de dar fuerza a su hipótesis de que Cervantes habla del mismo lugar en ambas obras.

Su argumento para esto es la posible similitud del inicio del Quijote: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, …” con un pasaje del Persiles, en el que narra la llegada del grupo de peregrinos a Quintanar de la Orden, a la casa de Diego de Villaseñor, y “prosiguiendo su viaje, llegó a un lugar, no muy pequeño ni muy grande, de cuyo nombre no me acuerdo, y en mitad de la plaza dél, por quien forzosamente habían de pasar, …”.(Capítulo décimo del tercero libro). 

La situación geográfica del grupo de peregrinos por esta parte de la Mancha es evidente. El objetivo de Antonio es pasar por su pueblo, Quintanar de la Orden, y volver a ver a sus padres, los Villaseñor, acompañado de su mujer, sus dos hijos, Periandro y Auristela. Días después de llegar a casa de sus padres decide quedarse con ellos junto a su mujer Ricla, siguiendo la peregrinación sus dos hijos, Antonio y Constanza, Periandro, Auristela y un criado de sus padres. Este mermado grupo de peregrinos continua su camino, partiendo de Quintanar de la Orden y llegan “a un lugar, no muy pequeño ni muy grande”donde después de narrarnos como una pareja de jóvenes trataban de ganarse la vida contando historias de su falso cautiverio en Argel y pasar la noche en aquel lugar continúan su camino llegando a un punto donde este se dividía en dos, uno hacia Cartagena y otro hacia Valencia, camino este último que siguen este grupo de peregrinos.

Que Cervantes conocía Quintanar de la Orden, y a una de sus familias más importantes, los Villaseñor, no cabe la menor de las dudas. Ahora, que el siguiente lugar a donde llegan los peregrinos sea Mota del Cuervo, entra dentro de lo posible. Este es el lugar del que Cervantes,  en el Persiles, nos dice que de su ” nombre no me acuerdo”.

En la construcción de las frases, Cervantes, deja ya  meridianamente clara su intención. En el Quijote, conoce el nombre del lugar de don Quijote pero no “quiere acordarse”, y en el Persiles conoce ese lugar de paso, pero no se “acuerda” de su nombre. Cervantes no está describiendo el mismo lugar.

Estamos en ambas obras en la Mancha, pero en lugares distintos de la Mancha. En el Quijote en el lugar de origen de don Quijote, y en el Persiles, en esta parte de la narración, el grupo de peregrinos pasa por Ocaña, llega a Quintanar de la Orden y continúa su camino hacia Valencia.

Sin tener ya en cuenta este punto de vista distinto de interpretación de los textos que tengo y definido el lugar de origen de don Quijote por José Manuel González como Mota del Cuervo, me voy a centrar ya en la situación geográfica de este lugar con respecto a lo que Cervantes nos describe en el Quijote, solo en el Quijote.        

Uno de los primeros errores geográficos del señor González en “Lo que Cervantes calló” es determinar que el espacio geográfico descrito por Cervantes como la Mancha, al novelar el Quijote, es el conocido como Común de la Mancha.

En el capítulo “La Mancha en tiempos de Cervantes” nos define así esta zona de España:

“La entonces denostada (por algunos autores), tierra de la Mancha, era en tiempos de Cervantes un territorio relativamente pequeño, coincidía con el llamado Común de la Mancha, … creado por el Infante don Fadrique en 1353, estaba constituido por los siguientes pueblos: Cabeza Mesada, Campo de Criptana -que fue su capital hasta 1605 y luego pasó a Quintanar-, Corral de Almaguer, El Cuervo (hoy Mota del Cuervo), El Toboso, Guzques (Villamayor de Santiago), Manjavacas (hoy integrado en Mota del Cuervo), Miguel Esteban, Palomarejos, Pedro Muñoz,Pozorrubio, Puebla de Almoradiel, Puebla de Don fadrique (Villa de Don Fadrique), Puebla del Algibe (hoy Santa María de los Llanos), Quintanar (Quintanar de la Orden, que fue su capital desde 1605), Socuéllamos, Tomelloso, Villaescusa (Villaescusa de Haro), Villaverde y Villanueva de Alcardete”. 

En tiempos de Cervantes, la Mancha era un territorio mucho mayor, tanto que para Cervantes la cueva de Montesinos, no solo está en la Mancha, sino en su corazón. Así pone título al capítulo XXII de la segunda parte del Quijote:

“Donde se da cuenta de la grande aventura de la cueva de Montesinos, que está en el corazón de la Mancha, a quien dio felice cima el valeroso don Quijote de la Mancha” 

En este capítulo, después de las bodas de Quiteria y Basilio, el narrador de la obra nos cuenta como el Licenciado le dejaría a don Quijote y Sancho un primo suyo que le llevaría como guía a conocer esta famosa cueva, “el cual con mucha voluntad le pondría a la boca de la mesma cueva, y le enseñaría las lagunas de Ruidera famosas, ansimismo en toda la Mancha, y aún en toda España;…” 

“… la cueva de Montesinos, que está en el corazón de la Mancha…”. En el Diccionario de Autoridades (1726-1739), el primer diccionario editado por la Real Academia Española, además del significado de “corazón” como órgano del cuerpo, dice:“Metaphoricamente vale tambien mitád, medio ú centro”.  Por lo tanto la Mancha de don Quijote, la que conoce y nos describe Cervantes, no es la zona a la que nos quiere dirigir el señor González, sino una zona mucho más amplia, así reconocida de pertenecer a ella por muchos lugares en las Relaciones de Felipe II (1575), donde“… la cueva de Montesinos, que está en el corazón de la Mancha…”.

m1Como podemos ver en el plano anterior, la cueva de Montesinos, que se encuentra entre Ossa de Montiel y las Lagunas de Ruidera, dista mucho de la “Mancha” que se describe en este trabajo, y mucho menos se encuentra en su “corazón”, como conoce Cervantes y describe en el Quijote.

Como conoce Cervantes y los también vecinos de Uclés, Almodóvar del Campo, Villarrubia de los Ojos, Argamasilla de Alba, etc,  por citar algunos de los lugares, muy distantes entre ellos, que decían estar en la Mancha en tiempos de don Miguel.

Realmente es difícil entender algunas de las afirmaciones de José Manuel González, contenidas en este mismo capítulo, cuando dice: “En Las Relaciones de Felipe II (1575), solo unos pocos pueblos de la actual Castilla-La Mancha declaraban estar situados en La Mancha”. Cuando casi cincuenta lugares, tan separados como he dicho antes, lo hacen y otras tantas declaraciones se saben que se hicieron pero no llegaron a su destino, como  Almagro y Alcázar de San Juan.

O su afirmación de que Argamasilla de Alba no declarase encontrase en la Mancha, en esas mismas Relaciones de Felipe II:

“O el de Argamasilla de Alba que dijo que “este pueblo es del prior don Antonio de Toledo y cae en la orden y priorazgo de San Juan”.

Esta contestación que nos transcribe corresponde a la  número 7 de los vecinos de Argamasilla de Alba, y se “olvida” de transcribirnos lo que nos contestan esos mismos vecinos en su  respuesta número 4, justo la anterior, que así claramente decían:

“Al cuarto capítulo dijeron que el reino en que comúnmente se cuenta este pueblo es en el de Toledo, en la bailía de Alcázar, que por otra parte en donde este pueblo está sentado se llama la Mancha”    

Copia de las Relaciones de Argamasilla de Alba de 1575

 

Afirmaciones del señor González, algo sesgadas, que quizás debiese de explicar a cuantos van a leer su libro, que pueden no tener conocimientos geográficos de la época de Cervantes, y que pueden tomar como ciertas, cuando vemos evidentemente que no lo son.

Próximamente seguiremos analizando los caminos y lugares que, desde Mota del Cuervo, hace seguir José Manuel González a don Quijote, que no solo no coincide con lo escrito con Cervantes, sino con la propia geografía y catastro de la zona.

                                    Luis Miguel Román Alhambra

http://alcazarlugardedonquijote.wordpress.com/ 

¡Cervantes se muere!

 

Franciso Pérez Abellán en los almuerzos con don Quijote
Franciso Pérez Abellán (2º por la derecha) en los almuerzos con don Quijote

 

Este pasado sábado la Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote, en su objetivo de «Fomentar la lectura de la obra de Cervantes, especialmente del Quijote«, tuvo la visita de don Francisco Pérez Abellán, dentro de una de sus actividades conocida como «Almuerzo con don Quijote», donde el invitado nos expone sus vivencias relacionadas con la lectura del Quijote, alrededor de una mesa con platos típicos de la Mancha, la patria de don Quijote.

Don Francisco Pérez Abellán es doctor en periodismo, profesor, escritor e investigador apasionado del mundo del crimen. Ha sido director de Departamento universitario de Criminología y el año pasado publicó «Prim, la momia profanada», donde aclara su muerte y denuncia las grandes imprecisiones que sobre ella se ha escrito.

Gran lector de esta obra cumbre de Cervantes a la que calificó de contener en ella «el retrato de lo más hermoso del ser humano», y no entender como en España se ha eliminado su lectura en las escuelas, metiendo su lectura en el cajón del olvido escolar cuando en ella están «representados los valores éticos del hombre y la gran generosidad de don Quijote, virtud tan en falta en nuestra sociedad actual»

Nos animó en nuestra iniciativa de fomentar la lectura del Quijote, al ser esta obra «la piedra angular del castellano», y estar muy esperanzado en el recorrido que puede llegar a tener la iniciativa propuesta por nuestra Sociedad Cervantina al Ayuntamiento de Alcázar de San Juan para la creación del Centro de Interpretación del Quijote, que pronto abrirá sus puertas en el actual edificio de Información Turística. Espera que sea este proyecto «una especie de escenario o decorado hecho con gusto en el que las personas que vengan puedan leer el Quijote en voz alta mientras se hacen una fotografía que  será sin duda un recuerdo imborrable por haber estado en un lugar que quiere tanto a don Quijote, como Alcázar de San Juan»

Con actos como este, con invitados como don Francisco Pérez Abellán, podremos revitalizar el Quijote, evitando así que Cervantes muera, y, por qué no, denunciar también como desde las instituciones públicas no se disponen los recursos necesarios para poner en el sitio que corresponde la figura de Cervantes y la de su obra cumbre. Recordábamos, mientras comíamos unos «Duelos y Quebrantos», la dejadez del Ayuntamiento de Madrid con el edificio donde vivió y murió Cervantes, en la calle León, en el que en sus bajos en lugar de haber una librería hay una ortopedia. «¡Esto no pasaría en otros países con sus insignes autores!»

¡Seis horas de tertulia!, de amena e interesante tertulia, donde además del Quijote y de Cervantes nos habló de su pasión profesional: la criminología. Anécdotas, cientos de datos interesantes, investigaciones que se dirigen mal, crímenes sin resolver, etc.

 

Sociedad Cervantina del Lugar de don Quijote

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